Si al mirarte al espejo o en fotografías notas que tu cuello ha perdido firmeza, presenta bandas visibles o una acumulación de grasa en la papada, podrías beneficiarte de una cervicoplastia, también conocida como cirugía estética del cuello.
Realizamos este procedimiento con un enfoque personalizado, utilizando técnicas avanzadas que abordan la flacidez muscular, el exceso de grasa y piel, y el debilitamiento del músculo platisma, devolviendo al cuello y mandíbula su contorno juvenil y armónico.
En el cuello superficial se identifican tres niveles:
Los tratamientos varían según la edad y condición de cada paciente. En pacientes jóvenes, los problemas suelen centrarse en el exceso de grasa y piel, mientras que en personas mayores predomina la flacidez muscular, lo que genera el efecto conocido como “cuello de pavo”.
Dependiendo del diagnóstico clínico, se puede emplear una o varias de las siguientes técnicas:
Recomendada en personas jóvenes con acumulación de grasa en papada, cuello o el marco facial. Permite definir el contorno mandibular sin cicatrices visibles.
Indicada cuando hay bandas del platisma (en el centro del cuello) sin exceso de piel.
En casos donde se necesita más soporte muscular:
Cuando el exceso de piel es severo, se recomienda una cervicoplastia completa combinada con cirugía del tercio medio facial (ritidectomía multiplano), logrando una corrección profunda y duradera del cuello y la mandíbula mediante:
La cervicoplastia no solo mejora el cuello, sino que armoniza la expresión facial y redefine el contorno general del rostro. Es una de las cirugías más agradecidas cuando se realiza con precisión, experiencia y una comprensión profunda de la anatomía.
Recupera la firmeza de tu cuello y proyecta un perfil más joven, elegante y natural.